La Manifestación de la Misericordia (15/05/2023)
- Lucas Gelásio
- 16 mar
- 2 Min. de lectura

En la mañana del 15 de mayo de 2023, pocos días después de haber recibido la revelación sobre la manifestación de Jesucristo en el cielo al final de los Tres Días de Oscuridad, la Monja Nordestina recibió una locución interior.
Delante del Santísimo, oraba la siguiente oración:
“Señor mío, sé que soy la más infiel de vuestras esposas y que agrego muchos disgustos a Vuestro dulce Corazón, pero, si habéis dignado a sacarme el velo que cubre Vuestros secretos, vos pido que me aclare Vuestra voluntad, porque sola no logro comprenderla.”
En respuesta, oyó en su corazón, de forma clara, la siguiente locución interior, la cual no tuvo dudas de su origen divino:
“Hija mía, ¿por qué aún dudas? ¿No sabes que Yo puedo todo en ti? Lo que te revelé a través de tu ángel fue la manifestación de Mi misericordia en aquellos días que vendrán. No te mostré mi venida definitiva. Recuerda que Me viste crucificado y que de mis heridas brotaban luces. Eso significa que viste una pequeña señal en la cual revelaré al mundo Mi misericordia porque deseo que los hombres sean salvos y no condenados. Si Yo viniera definitivamente en esos tiempos, muchos serían condenados para siempre. Por ello, sepas que todavía estás en el Tiempo de la Misericordia. Pero cuando llegue el día en que juzgaré los vivos y muertos, nada será abreviado, tampoco habrá avisos y todos Me verán, pero ya no más crucificado.”
La revelación nos aclara que esa manifestación divina será breve y todavía no será la venida definitiva de Jesucristo para el Juicio Universal.
De modo similar a las revelaciones de la monja, encontramos en el Diario de Santa Faustina un pasaje (83), en que el Señor le dice: “Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo: se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra.”
En la siguiente publicación, hablaré de otra revelación que la monja recibió sobre el mismo tema.
Oremos por la Divina Misericordia.
Traducido por: Katia Nogueira
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