El día 10 de septiembre de 2023, Nuestro Señor Jesucristo se apareció a la Monja Nordestina mientras ella estaba en adoración. Él estaba sin llagas y con una expresión feliz. La trajo junto a Su Sagrado Corazón y, después de un breve silencio, le dijo:
“Hija, hoy este pueblo Me dio gran alegría. Dile esto a Lucas. Estoy muy feliz con esta Tierra Mia, con este pueblo Mío, porque aquí hay un remanente que reza mucho. Dile a él que, si Mi pueblo continúa rezando y ofreciendo sacrificios unidos a Mi Madre, todo puede cambiar. Después de muchos dolores que aquí encontré, hoy tengo gran alegría con este Mi pueblo. Dile a Lucas esto, dile que hoy estoy muy feliz.”
Algunos días después, supimos que, aquel día, se había realizado el evento Desperta Brasil, donde más de 40 mil católicos estuvieron reunidos para rezar desde las 6h hasta las 22h, con predicación, rosario, misa y adoración. Uno de los sacerdotes predicadores del evento es mi amigo. Lo contacté y le hablé de esta revelación, felicitando a todos.
En el libro La Maravillosa Eficacia del Santo Rosario, San Luis Maria Grignion de Montfort comenta cuanto Dios gusta de las reuniones y promete estar presente en ellas. Enseña que, en grupos, las oraciones de cada uno se tornan comunes a los demás, supliendo las faltas de los que no rezan bien. Además, la persona que reza acompañada no reza solo su propia oración, sino también la de los demás. Si son 20 personas rezando el rosario, cada una tendrá el mérito de 20 rosarios. Esto significa que, en grupo, los méritos de las oraciones no son sumados, sino multiplicados.
San Luis comenta también que, a la hora de aplacar la cólera de Dios, la oración pública es más poderosa que la particular. Los rosarios públicos fueron fundamentales para las victorias en la Batalla de Lepanto, La Rochelle, entre otras.
Por eso, invito a todos a organizar grupos para rezar el rosario públicamente, en algún lugar simbólico, pidiendo a Dios que tenga misericordia de Brasil durante la tribulación. Que, escuchando nuestras súplicas, el Señor envíe a Su amadísima madre en nuestro socorro. Y que nuestras oraciones Lo hagan aún más feliz con Su tierra, la Tierra de Santa Cruz.
Traducido por: Maria Cristina Jacome
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