Cuando Dios revela alguna escena del futuro, no significa que haya decretado que ella invariablemente se realizará. Él puede haber mostrado la consecuencia que vendrá si todo sigue de la forma en que está, con la intención de que las personas recen y se santifiquen para que los acontecimientos previstos no se concreten. Fue así en el caso bíblico de Nínive.
El día 19 de junio de 2023, alrededor de las 23h, la Monja Nordestina tuvo una visión bastante grave. El Papa Francisco estaba en un lugar espacioso, como una plaza, y entonces cayó herido, con la mano en el pecho. A pesar de haber sido una escena muy rápida, le pareció a la monja que la caída había sido causada por un disparo. Vio al Papa en el suelo, muy mal, recibiendo socorro. Alrededor de él, había un cardenal, un obispo y otros hombres. Por los detalles que la monja describió sobre el suelo, el lugar en que la escena ocurrió era semejante a la plaza del Santuario de Fátima o la Plaza Roja de Moscú.
El día 16 de octubre de 2023, ella tuvo un sueño con el Papa Francisco en una cama de cuidados intensivos, entubado. Había heridas en su rostro, principalmente en la frente y la nariz. En secuencia, vio millares de personas frente a la Basílica de San Pedro, con velas encendidas, como un una vigilia, en oración por el Papa. También vio muchas personas, en sus propias casas, llorando y rezando con fervor por la salud del Sumo Pontífice.
Nuestra Señora, en Sus apariciones, muchas veces pidió oración y penitencia por el Santo Padre, advirtiendo que él sería perseguido. Si atendemos a los pedidos de María, lo peor podrá ser evitado. Que el Papa Francisco reciba por las manos de María la gracia, de en medio de la tribulación, actuar conforme a la voluntad de Dios, en defensa de la Fe. Y que los enemigos de la Santa Iglesia no la alcancen.
Traducido por: Maria Cristina Jacome
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