12 de mayo de 2020
Durante un retiro, el padre tuvo una locución interior que consideró muy fuerte, de gran intensidad. Estaba en silencio, meditando, cuando sintió la necesidad de tomar a su diario espiritual y comenzar a escribir las intuiciones que sentía a meses. Miraba a la imagen de Nuestra Señora de Fátima y sentía como si ella le indicara qué escribir. A continuación, se detalla lo que escribió:
“El aviso está cerca. Los días de probación están en el horizonte, como un temporal que se avecina. Ya es posible ver en el horizonte las nubes cargadas y las luces de la tormenta. Ya se puede escuchar el sonido de los truenos.
La señal de Mi Señor será grandiosa. El mundo quedará asombrado frente a Su poder. Pero poco tiempo después de que Él muestra la señal, la ciencia, a servicio de los poderosos, convencerá a muchos que se trata de un fenómeno natural, o algo que no necesita de la intervención divina para suceder. No obstante, los hijos de la luz sabrán que se trata de la señal para que caminen hacia los refugios. Una cruz en la frente de los hijos de la luz será la marca. Cada hijo de la luz tendrá esa cruz luminosa en su frente que sólo algunos podrán ver.
El mal es tan astuto y malicioso, que muchos, en muchos lugares del mundo, recibirán la marca de la bestia sin saber. Otros huirán para no recibirla. Otros la recibirán para ayudar a los hijos de la luz. Eso porque, en ese futuro, quien no tenga esa marca no podrá comprar ni vender. Entonces, algunos mártires espirituales, ofrecerán sus cuerpos para ayudar a los hijos de la luz. Ellos sufrirán enormemente, se enfermarán y se sentirán confusos. Sin embargo, el Señor enviará a Sus ángeles para ayudar a esos pobres sufridores.
Los refugios serán protegidos por ángeles de gran poder y la comunicación volverá a ser espiritual. El Señor no abandonará a los hijos de la luz. Ángeles llevarán la Santa Comunión a muchos que se refugiarán en sus hogares. Los sacerdotes que estuvieran totalmente entregados al Señor serán bilocados o transportados misteriosamente para diversos lugares, a fin de atender a los hijos de la luz. Algunos sacerdotes morirán de agotamiento y cansancio, pero será un gran honor para ellos.
Un poco antes de la probación, el Señor avisará a muchos sacerdotes y consagrados. Las personas verán una llama delante de los ojos. Ellas deberán seguir a esa llama, pues se trata del Espírito Santo, que les estará indicando un refugio. Sigan a esa llama. La persona que tenga la llama arriba de su cabeza, y no en su frente, es porque ya está en un refugio.
Volverán a ver las maravillas que los apóstoles experimentaron. Muchas almas, en todo el mundo, están siendo avisadas de esas cosas. Habrá una gran multitud, un ejército formado y dirigido por Mí, Vuestra Señora. Iré personalmente avisar a muchos, por todo el mundo, un poco antes que todo suceda.
Yo, Vuestra Señora y Vuestra Madre Celestial, seré la gran general y, junto con Mis hijos, marcharemos hacia la batalla final. Antes de esa batalla, sin embargo, el mundo verá la batalla de la cátedra de Pedro. El Demonio sabe que el Infierno nunca derrotará a la Iglesia; por eso, él desea tanto el trono de Pedro. La guerra de la cátedra petrina ya comenzó. Esa guerra es el comienzo de la batalla de la Reina.”
Traducido por: Katia Nogueira
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